MI EXPERIENCIA CON BUMBLE

Descargar la app es de por sí puede ser disruptivo y causal de un cringe infernal. Pero lo pasamos por alto porque ¿cómo más vas a conocer a alguien con quien salir? Hay múltiples razones por las que uno cae en las redes digitales del amor, y una de ellas, es ser hétero con muchas amigas lesbianas. 

Ese fue mi caso. No es que no tuviera amigos varones o que no los tenga. Pero se redujo notablemente su cantidad cuando me enteré, muy tarde, que la mayoría fingían esa amistad, esperando a ver si yo soltaba alguna cosa distinta a la de ser panas.

No me estoy justificando, sólo quiero que sepas que muchos hemos estado en esa situación y que no hay que tener vergüenza. Vergüenza sería que lo pillaran a uno robando por ahí. Aunque no hay nada de malo en querer robar uno que otro corazón. 

El auge de las apps de citas tuvo su lugar en la pandemia. Hay muchísima información y tips para que tu cacería culmine con encuentros satisfactorios. Mi conclusión es que para lograrlo,  es necesario trabajar primero en uno mismo. Suena muy cliché pero muchos nos adentramos en esas tierras con pisadas nerviosas, pensando que un movimiento en falso nos hará caer en las fauces de la soledad no voluntaria. 

Para evitar esa caída, primero hay que eliminar el hueco. Y ese hueco es tan profundo como tú mismo lo hayas cavado con una pica de baja autoestima. 

No subestimes lo digital. Al igual que cuando se crea una marca personal para redes, lo mismo sucede cuando estás buscando pareja. Así que aquí hay que pensar en varios aspectos puntuales que te acercarán un poco más a tus objetivos.

No importa el tipo de vínculos que estés buscando, en Bubble la seducción más que un sentimiento, es una especie de negocio, que comienza con una primera gran atracción, se establece con una buena microcharla y se cierra con una cita presencial. De ahí para adelante, ya es jurisdicción de la química. 

No te voy a mentir, la cosa es difícil y toca camellarla. Yo me sentí como esas tortuguitas bebés tratando de llegar al mar en Bahía Solano; ahí aprendí que sólo un pequeño porcentaje de esas tortugas, lo logra. Hay que ser realista, puede tomar más tiempo de lo que crees. 

Te voy a compartir algunos aspectos puntuales que vale la pena que tengas en cuenta si por fin te animaste a usar la app. 

Aunque se pueden tener ciertas estrategias, recuerda que el amor no es un negocio, sino algo que realmente nos hace humanos, no lo olvides. Muchas aplicaciones están en declive, porque al parecer, han sido pocos los casos de éxito de un tiempo para acá. 

Hay acusaciones incluso de que estas apps juegan con nuestros sentimientos, poniéndonos opciones repetidas en cada swipe y con menos matches. Pero hay que buscarle la conva al palo y esa conva está en sencillas soluciones basadas en teoría básica de comunicación. Aquí te van: 

La primera impresión: Toca volverse un duro en ese aspecto. El paso más importante y el primero, es la selección de fotos para la galería del perfil. Ahora hay un montón de herramientas para embellecer y editar fotos, pero no te pases con los filtros. Una buena selección de fotos donde se puedan apreciar tus facciones y estilo, engancha el primer swipazo. No escatimes en ese paso y métele todo. Tómate el tiempo para que las fotos dignifiquen lo que te hace un ser único e irrepetible. 

Tip Disruptivo 1: Casi todo el mundo publica las mejores fotos al comienzo, y al final hay una no tan buena. Rompe el esquema y pon la más impactante o divertida al final. Una foto que sepas que va a causar algún tipo de emoción, así no sea tu foto más sexy. 

Tip Disruptivo 2: Evalúa quién eres, lo que te gusta, tu esencia, y procura que tus fotos sean un reflejo de ello. Cuando te tomes las fotos, mira a la cámara con honestidad, acéptate como eres, piensa lindo y no poses de más. 

La descripción de la Bio: Ese texto es prácticamente un copy que te resume. Una vez una chica preguntó por un grupo de Facebook de sólo mujeres que cómo hacía para lograr mejores resultados en Bumble. Yo le contesté y ella me escribió por interno. Ella se animó a mostrar su perfil y noté que estaba bien pero algo plano. Su texto era algo así como “Estoy buscando algo serio. Me gustan los planes tranquilos, me gusta el sol, los idiomas y viajar, además de ser muy romántica”.  No había un diferencial relevante. 

Así que le propuse que lo cambiara por “La vida es demasiado hermosa como para cosas casuales. La tranquilidad de un día soleado puede ser el inicio de nuestra historia si mi swipe coincide con el tuyo. El sol, los idiomas y los viajes, son más que una pasión para mi”. 

No tengo idea de si le fue bien o no, pero es una estrategia que funciona también para copy publicitario. El texto, mientras más apegado esté a tu diálogo interno, será mejor y captará la atención de alguien que realmente resuene con tu ser. Y eso te garantiza al menos llegar a la fase de la cita. Es algo así como publicidad álmica. 

No puedes encontrar si no sabes qué buscas: El amor no es como ir a hacer mercado con una lista en mano, pero sí que ayuda tener claro qué es lo que quieres. La claridad es un tesoro escaso hoy en día. Ten claridad con respecto a lo que quieres y en esto hay que ser brutalmente específico. Medita sobre cómo sería esa compañía ideal para ti.

Visualiza su forma de hablar, su tipo de inteligencia, sus talentos, el esquema de valores, su manera de amar y hasta su físico si eres de las personas que son más bien visuales. Y lo más importante: Qué tipo de relación estás buscando.

De nada sirve el “veamos a ver qué pasa”. Tener eso claro y hacerlo saber es lo más sano que puedes hacer. Nada se pierde con preguntar, decía mi mamá.

Y esta fórmula funciona para cualquiera que sea el caso, si quieres una relación abierta poliamorosa no jerárquica con acuerdo de fluidos, dilo desde el comienzo. Si quieres un parche de sólo una noche, hazlo saber. Lo importante es no perder nuestro valioso tiempo ni el de los demás. 

Hombres, perdónenme, pero tengo que decirle esto a las mujeres: la gran mayoría de ellos, sin generalizar, entran a la app a darle swipe a la derecha a gran parte de las mujeres. Con eso aumentan la probabilidad de matches. No están buscando algo en concreto, sólo anotar. Y este mismo tipo de personaje, rara vez se detiene a ver tu perfil, a leer tu bio y a tener en cuenta la opción de Qué estás buscando. Así que si pones que estás buscando una relación estable, ellos ni siquiera lo saben.

No cuentes con que todo el mundo lo va a leer. Con este tipo de personajes hay que tener cuidado pero lo bueno es que los identificamos de una. Cuando haces match con uno así, por lo general lleva la conversación con algo que no tiene nada que ver con tu información de perfil y suele coordinar citas en el menor tiempo posible, hacer preguntas más de carácter logístico como en qué barrio vives o tu disponibilidad de tiempo.

También los reconoces porque suelen intentar que les caigas a su casa o peor aún, concretas una cita en un lugar público, y de repente faltando menos de 30 minutos para la cita te dice que no puede salir por algún motivo lo que sugiere que le caigas a su apartamento. Mija, esos manes ni para un polvo los recomiendo. Incluso para eso hay que tener un mínimo de consideración y respeto.

Si un man es directo contigo y te dice claritico qué es lo que quiere, no te ofendas. Está en ti aceptar o no, pero ya somos grandes y hay que valorar la franqueza.

Unas veces ganas, otras veces pierdes: es lógico que la dinámica que cada persona tenga en la app, es distinta. En ocasiones las cosas fluyen y se derrumban. Otras, nacieron derrumbadas. Y milagrosamente, otras cuajan. No culpes a la app. Responsabilízate sin culpas y asume lo que vayas aprendiendo de tu experiencia. Disfruta el proceso y ten paciencia. Luego de casi 15 citas fallidas en tiempos diversos, dí con el que era y tras 1 año de salir juntos, nos casamos. Y muchas y muchos lo han logrado, entonces… no pierdas la fe. 

Momentos que me mantienen humilde gracias a Bumble

La vez que me preguntaron si yo realmente era mujer: Cómo olvidar la vez que un man en Bumble me preguntó que si yo realmente mujer biológica. Obviamente lo saqué de la duda mostrándole que en mi cédula se refería al sexo femenino. Tras confirmarlo pidió disculpas argumentando que ya había tenido varias malas experiencias al respecto. Yo como soy considerada le dije: Ah bueno. Y le quité el match.

La vez que tuve un date con un chico que decía medir 1.80cm y resultó ser más bajito que yo. Yo mido 1.67cm. Por favor, sean honestos y honestas.

La vez que salí con un alcohólico. En la primera cita fuimos a tomar una cerveza y fue súper buena onda. En la segunda cita, fuimos a comer sin beber y ahí no fu tan chévere. Parecía otra persona. En la tercera cita me invitó a tomarme una garrafa de ron con un amigo suyo, le temblaba las manos de sólo decirlo. Me di cuenta que no podía ser cool si no tomaba. Ah, y le pillé un arete en el carro.

La vez que salí con un chico de Bumble, me invitó a tomarme unas polas y se me lanzó a darme un beso. Como no se lo quise dar, se rayó. Cuando llegué a casa, me llegó un mensaje suyo diciéndome que le pagara la mitad de la cuenta a su nequi.

La vez que salí con el que me invitó a comer a un lugar supercostoso, no volvimos a salir y me llama 6 meses después de eso a pedirme que le pase mi parte de la cena por nequi. Argumentó que tenía problemas económicos. Pero fue muy considerado porque mi parte era de $150.000 y me dijo que le podía pasar sólo $75.000. ¡Me hizo un descuento!

La vez que salí con un man que era como una copia del Temach, ese creador de contenido gurú para hombres «empoderados». Le pregunté que si era de esa clase de manes que dan tips para obsesionar mujeres con la nefasta técnica de dar amor por pedacitos para generar ansiedad en las mujeres. No me respondió y segunda cita no hubo.

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