ASÍ ES UN VIAJE A PROVIDENCIA.

San Andrés y Providencia, yo las entiendo como un par de hermanas con diferencias muy profundas. Conocí San Andrés por allá en el 2021 en un parche familiar y siempre me pregunté por su hermana gemela lejana.

La pasamos muy chévere en San Andrés, y de seguro volvería, sobretodo para devorarme todas las gomitas que pueda de sus tiendas libres de impuestos.

Antes de eso, nunca tuve en mente ir a Providencia. No es que se le haga mucha bulla al turismo específicamente a esta isla. Además, la llegada puede disuadir a algunos de armar parche para allá.Se puede llegar allá por avión o por catamarán.

Obviamente el extra costo que esto implica frena a muchos de ir. De hecho, los viajes por catamarán quedaron en cancelados tras el paso del huracán Iota. De eso hablaremos más adelantico.

En este blog me gustaría darte razones de peso para que te lances a la aventura de ir a esta inhóspita isla, que de seguro cambiará tu perspectiva sobre el Caribe Colombiano.

Decirle sí a Providencia, es darte la oportunidad de conocer la verdadera esencia del Caribe colombiano sin la pesadumbre del turismo depredador. 

San Andrés tiene lo suyo y definitivamente toca ir. Pero Providencia tiene la magia de esos lugares en los que te sientes prácticamente en otro planeta. Esto no sólo sucede porque tenga su propio dialecto (el creole) o por amplia riqueza cultural. Todo en Providencia es completamente diferente a lo que puedas encontrar en el interior de Colombia y lo notas desde que aterrizas en el Aeropuerto El Embrujo.

Cómo llegar

¡Providencia parece tan lejano! pero sabemos que esos son los destinos más maravillosos. Se puede llegar allá por avión o por catamarán (Si lo vuelven a habilitar). Después de llegar a San Andrés desde el interior de Colombia (puedes llegar desde Bogotá y Medellín), en su Aeropuerto (el Gustavo Rojas Pinilla) salen los vuelos a Providencia a través de Satena.

Probablemente te toque viajar muy temprano en la mañana y por eso te recomiendo hospedarte cerca del Aeropuerto para no andar penando por taxi a las 4am. El vuelo es de menos de 30 minutos.

Lo recomendable es reservar un airbnb de la isla con anticipación. Encontrarás hospedajes criollos o con más onda hotelera. Todo depende del tipo de experiencia que quieras. Hay incluso glampings con jacuzzi exterior y una impactante vista al mar. Pero en mi caso, nos hospedamos en un lugar criollito, bastante cómodo, con desayuno y moto incluída por tan sólo $900.000 la semana. 

Ese vuelo tiene un costo aproximado de $300.000 a $600.000 dependiendo de la temporada y la proximidad de la fecha. De todas formas, los precios comerciales dentro de la Isla de Providencia son muy favorables.

Incluso si quieres comer en un lugar rico, la inversión no es tan alta como en otros destinos playeros. Unas por otras. 

Una vez salgas del Aeropuerto de Providencia, hay varios taxis que estarán dispuestos a llevarte a tu hospedaje por $30.000. Los conductores te pueden hacer recomendaciones de planes, de lugares o de lo que necesites encontrar allá. Desde que pones un pie en esta tierra, te envolverá un clima perfecto y los sonidos caribeños del calypso y el afrobeat. 

Cómo moverse en Providencia

Alquilar una moto si vas en plan solitario o en pareja resulta muydivertido. Pero también está la posibilidad de alquilar una ‘mulita’, esos carritos robustos a los que le caben 2, 4 hasta 6 personas. Depende de tu nivel de aventura y presupuesto.

En nuestro caso, alquilamos la motico (una Yamaha BWs en muy buenas condiciones) ahí mismo en el hospedaje por $80.000 el día. Recuerda devolverla con el tanque lleno cuando finalice tu estadía. (Por cierto, la gasolina es muy económica, la usamos toda la semana y la tanqueamos llena solo una vez, por $15.000) 

Nota: puedes dejar la moto parqueada y con las llaves pegadas por horas y nadie la va a coger o se la va a robar. ¡Punto para Providencia!

Si te gusta el ciclismo, también alquilan bicis y unas muy buenas. El asunto es que la carretera Circunvalación, también conocida como la Ruta Nacional 3 que rodea toda la isla, es muy variada y tiene unos repechos impresionantes.

Si te agarra un día soleado con viento en contra, puede ser un poco retadora la pedaleada, pero pues si no le comes a eso, dedícale todo el día para que te pedalees toda la isla como es. Son 17.5 kms que podrás disfrutar trotando, en mulita, en moto o en bici. 

¿Que si hay más carreteras dentro de la isla? Sí, tanto pavimentadas como de tipo trocha, que te llevarán a barrios y playas distintas. Ojalá esto te sirva de motivación para recorrerlas. Si quieres conocer el corazón de un pueblo, disfruta sus carreteras.

La parte costera es la más visitada, pero si te animas a hacer la ruta trekking para ir al Cerro El Pico, la vista de la isla entera te robará el aliento. Conéctate esa singular vegetación.

¿Te gusta la aventura, el deporte y no te arrugas con nada? A continuación te cuento qué planes te recomiendo aquí.

Parches en Providencia.

Caretear: Los encargados de los hospedajes te pueden enlazar con un panguero que te llevará sólo a ti o a tu combo a darle una vuelta a la isla en bote. En este plan se te va todo el día y vale cada segundo. Por un precio módico de $100.000 por persona, te llevan a caretear por el Cayo Cangrejo, y ahí se puede apreciar lindos peces de colores, cangrejos y otros animalitos marinos. 

Después de eso, te llevan caretear por los arrecifes de coral con fuertes corrientes e impresionantes paisajes marinos. Luego pasarás por una pequeña isla dominada por Fragatas que se reúnen para aparearse y tener sus polluelos. En este punto alista la cámara y los binoculares porque es un espectáculo total. 

Después te llevan a almorzar o al Divino Niño o a los Restaurantes de la Playa Manzanillo, la playa más larga de Providencia. Cuando ya tengas el tanque lleno, vas a caretear por la Cabeza de Morgan (es infaltable este nombre en estas islas), un monumento natural de piedra que se asemeja a una cabeza humana que mira hacia el mar y que en cuyas cuevas subterráneas se dice que hay tesoros del pirata Morgan escondidos de manera celosa y a prueba de curiosos.

Nuestro panguero era un man súper querido, hábil e inteligente, que nos aseguró que se sumergió a esa cueva y expresó con franqueza con su creole isleño: -El viejo Morgan no nos dejó nada-. 

Esa careteada estuvo buenísima porque vimos el mar de una manera más profunda y con aguas más quietas. Finalizamos el recorrido cuando el sol se estaba poniendo y nos bajamos súper contentos. Sentimos que el plan fue sólo nuestro con la isla entera. 

Ir a rumbear donde Roland: Este mítico lugar queda en la Playa Manzanillo. Roland es un man súper buena onda, al igual que todos quienes trabaajan allá. Sentí que era el parchadero más popular de la isla. Hay música en vivo, djs, comida y bebidas 24/7.

Puedes ir a cualquier hora y de seguro algo chévere te has de encontrar. La selección musical es buenísima y querrás usar Shazam todo el tiempo. Puedes bailar sin reservas y socializar con otros turistas o con los lugareños. 

Al lado de Roland, hay varias casetas con comida y música que también merecen ser exploradas.

Te recomiendo una caseta al lado de Roland donde venden unas empanadas de Langosta y de Cangrejo espectaculares. 

Ir al puente de los enamorados que une a Providencia con Santa Catalina: Puedes cruzar ese puente de día y recorrer parte de la isla de Santa Catalina. En este lugar sólo viven 20 familias. Hay unas escaleras que al subirlas llevan al punto más alto de la isla la cual está custodiada con viejos cañones de guerra, que fueron usados para liberar a Providencia del yugo español.

Por cierto, el que hizo todo eso fue un francés llamado Louis-Michel Aury (1788-1821), que por ser tan rebelde y compa de Simón Bolívar, ayudó a unificar a San Andrés y Providencia y a liberarlas de España. Pero esto le costaría caro ya que no pudo volver a pisar su tierra natal y le tocó morir lejos de su tierra. De haberlo hecho, lo habrían ejecutado sin compasión por rebelión. 

Los cañones se quedaron allí, como símbolo de que la isla estaría protegida de dominaciones extranjeras por siempre.

Actualmente no funcionan pero sin duda hace que se vea como un lugar lleno de historia. Por la noche, el puente está iluminado y muchos animalitos del mar, atraídos por la luz, pasan por allí con ánimo alegre y se corre con la suerte de poder presenciar ese momento. Las mantarrayas son las que más se aparecen por ahí. 

Ir a Almond Bay: Se caracteriza por tener largas olas que mantienen la arena húmeda, lo que hace que sea un lugar poco agradable para los mosquitos, pero sí para quienes padecen fuertemente con sus picaduras. Aunque es una playa corta, es preciosa.

Algo lindo de este sector: hay una escultura de pulpo gigante rosado y una ruta peatonal muy bien adaptada para llegar. 

En la ruta peatonal en Almond Bay, te topas sin mucho esfuerzo con diferentes tipos de reptiles endémicos de Providencia, como la famosa lagartija azul.

También hay negritas, grandes, medianas, gigantes. Mejor dicho, un gran plan para los amantes de los reptiles. 

Bucear, sin falta: Si hay algo que tienes que hacer allá como sea, es bucear. Yo soy particularmente nerviosa y jamás habría pensado en la posibilidad de haccerlo, pero no le pude decir que no a la experiencia: Cuando toca toca, dijo la loca.

Allá hay varios lugares para bucear. Mi recomendado es Malcolm’s Dive Shop. El instructor es muy bueno, bastante realista y no se pone con suavidades para que tu experiencia sea más que segura. 

Aprender a respirar con el tanque no fue tan difícil; lo rudo fue aprender a compensar la presión del agua con los oídos tapados. Existe el temor latente de no lograrlo y de que se te rompan los tímpanos. Del resto, lo logras sin problema. Déjate guiar que Malcolm es muy bueno con quienes somos miedosos para el mar. 

Te lleva a bucear donde hay una escultura del Yisus. Pasas por rocas impresionantes habitadas por tiburones curiosos y relajados.

Al entrar al agua vimos una barracuda y Malcolm me dijo: -Esas sí que son bravas, no como los tiburones que son tranquilos. Si llegas a fallar tratando de pescar una barracuda con arpón, ella te perseguirá hasta matarte.- 

El descenso es de casi 20 metros en el mar y dura aproximadamente 40 minutos. Obvio te hacen el curso antes de ingresar y tarda al menos una hora. Te dan todo el equipo y todo cuesta $250.000. No tienes que compartir la experiencia con otros turistas si eso es lo que quieres.  

El pasado del Huracán Iota

En noviembre del 2020, mientras el planeta entero se enfrentaba a la pandemia, Providencia no sólo recibía también recibía otro sablazo: el paso indolente del Huracán Iota.

El último huracán impactante que pasó por allí fue el Joan en 1.988. Pero las condiciones se dieron para que Iota cogiera fuerza luego de ir engordando por el norte de la costa colombiana. Al pisar las Islas de San Andrés y Providencia, este arremetió durísimo dejando un gran saldo de pérdida material, de flora y de faura.

En Nicaragua dijeron que jamás habían tenido un paso de Huracán más destructivo. Unos dicen que fue categoría 5, pero oficialmente se dice que llegó a categoría 4, tirando a 5. Más del 98% de la infraestructura de la Isla de Providencia quedó destruía.

Cuando le pregunté a los guías sobre el huracán, noté que muchos cambiaban su gesto. Aún les duele recordar que lo perdieron todo en cuestión de horas. Literalmente, lo que el viento se llevó. Muchos me contaron que sobrevivieron gracias a que se refugieron en los baños y garajes de sus casa, por aquello de que eran las únicas partes de sus casas que estaban hechas de ladrillo y cemento.

La mayoría de las casas en Providencia son de madera al estilo tradicional isleño. Cuando empezaron a reconstruir la isla, mantuvieron esos diseños y ataviaron las construcciones con techos termoprotectores de color blanco. Es muy agradable ver todas esas casitas regadas por la isla.

Todavía podrás ver bultos de gravilla, arena y material con el que están terminando de construir los nuevos cimientos de la infraestructura providenciana.

Casi todos los manglares de la isla quedaron cortados o destruidos. El paisaje de Cayo Cangrejo también se modificó y el Puente de los Enamorados, quedó reducido a añicos porque en ese entonces era de madera y era imposible que resistiera el paso de Iota. Actualmente el puente fue vuelto a contruir pero en madeplast.

Muchos árboles quedaron arrancados de raíz. Así que cuando veas esos arbolotes gigantes, ten en cuenta que estás ante la presencia de un ser que lle hizo frente al letal huracán.

Al parecer, los viajes en catamarán se cancelaron hasta nueva orden después del huracán. La única forma de ingresar, es por avión desde Colombia.

Las acciones por recuperar la isla han sido fuertes y constantes. La verdad, al día de hoy, Providencia palpita con un nuevo aire, recuperada de ese tremendo suceso y lista para enaltecer la belleza del Caribe Colombiano.

RECOMENDACIONES

  1. En cuanto al tema de coctelería, puedes comprar en el supermercado del centro, una gran variedad de licores propios de la isla o importados y llevarlo a cualquiera de las casetas de la playa para que te preparen cócteles frutales con este licor. 

Nosotros conseguimos un ron blanco pensando que podíamos tomarlo a palo seco pero fue demasiado fuerte. Mi temple llanero no pudo con tanto y tuvimos que tomarlo en forma de cóctel.  

  1. No hay vuelos directos a Providencia desde otro país. Si o sí, toca desde Colombia y por avión.
  1. En todas las playas encontrarás casetas de comida deliciosa y bebidas de todo tipo. Y lo mejor, a precios muy favorables. Un plato de comida te sale entre $30.000 a $60.000 y hay platos para compartir desde $80.000 que incluye dos tipos de pescado, media langosta, mariscos, arroz de coco y sopa. Pregunta por el Rondón. Es el plato estrella de Providencia. 
  1. Este es un destino weed friendly pero conseguirla es un poquito más costoso que en el interior. 
  2. La mayoría de los turistas que hay son extranjeros. No hay vendedores de ningún tipo, salvo los propietarios de las casetas y ellos te atienden súper bien.
  3. Qué llevar en el equipaje: Protector solar, repelente, más de un vestido de baño, zapatos para agua, sandalias, unas buenas clases de conducción de moto, careta full face (llevar las gafitas con las que te metes a la piscina no será buena idea. Se te va a meter el agua por la nariz siempre).
  4. No tuve ningún episodio de intoxicación por agua o comida. ¡Otro punto para Providencia!

1 comentario en «ASÍ ES UN VIAJE A PROVIDENCIA.»

  1. Por lo que cuentas, Providencia ofrece un turismo de aventura fuera de serie. Creo que sale un poco más costoso que San Andrés, pero vale la pena.

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